Agente envenenado con cianuro

La repentina muerte por envenenamiento que sufrió en la Procuraduría de Justicia el agente del Servicio Secreto número 102, Luis Álvarez Ortega, antes de ser enviado al viejo penal de Lecumberri adquirió indicios de crimen “gansteril” en 1953.


El policía había sido detenido por supuesta extorsión en compañía de sus presuntos cómplices, Manuel Bravo López y los falsos agentes Raúl Luévano Jiménez y Guillermo Castillo Palafox. 


Lo anterior se informó en LA PRENSA el lunes 13 de abril de 1953 y se anotó que la consignación a dichas personas fue por usurpación de funciones, extorsión a los delincuentes profesionales y compradores de chueco, responsabilidad oficial, uso indebido de documentos, amenazas y posesión ilegal de bienes de la nación.


Puedes conocer más de este y otros casos en los Archivos secretos de La Prensa.


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