Era cuestión de tiempo para que la bandera mexicana ondeara en lo más alto del podio en la Fórmula 1. 

“Checo” Pérez había finalizado en el segundo puesto en tres ocasiones, hasta que finalmente conquistó la bandera a cuadros en el Gran Premio de Mónaco, un triunfo que no sólo le da prestigio, sino que lo pone en una franca posición de pelear por el campeonato. 

El futuro luce alentador para el piloto tapatío, quien, con el impulso de su victoria en el Principado, buscará dar un nuevo golpe de autoridad en Azerbaiyán, un circuito que históricamente le ha dado buenos resultados.

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